31 dic 2008

EFEMERIDES. Un día como hoy, un 31 de Diciembre

pero 5 años atrás, estaba en un avión cruzando el Atlántico, de Buenos Aires a Madrid. Tenía muchísimas expectativas, mucha incertidumbre, y estaba muy ansiosa por llegar. No tenía ni idea qué me depararía la vida por estos lares pero en ese momento no importaba, yo sólo quería llegar.Por un lado me hacía gracia celebrar un año nuevo en el aire, (literalmente esta vez); sin duda sería original, diferente a todos los anteriores. También me hacía gracia el tema de la diferencia horaria, a qué hora celebraríamos? A las 12 de Europa o a las de Argentina? … mmmm … “y bueno, ya nos avisarán los del avión”, pensaba yo. Y así fue, un rato antes nos repartieron unos mini “pan dulce” y unas copas de Champagne, y al rato dicen, mediante una mini cuenta regresiva a partir de 8 que empezaremos el año 2004. Fue divertido, hubo aplausos, risas, nos saludábamos todos como si nos conociéramos de toda la vida; y ahí estábamos … “otra vez a brindar con extraños, y a llorar por los mismos dolores”, me vino a la mente Chavela Vargas …

Después, a las 5 horas de haber empezado el 2004, se escucha un colgado por atrás que grita “Feliz Año Argentina”!! … y ahí nomás, nos paramos casi todos levantando las copas (muchas ya vacías) y volvimos a brindar como si estuviéramos allá, y por TODO lo que dejamos allá. Este brindis fue diferente, había mucha más emoción, más aplausos, pañuelos y banderas
Argentinas, y poco a poco el espíritu Argento siempre presente se fue cebando cada vez más y muchos terminamos abrazados saltando al típico grito de AR GEN TINA, AR GEN TINA, como si estuviéramos en la cancha o en un recital. Obviamente nos pusieron los puntos al toque ante la mirada aterrada de algunos pasajeros.

Tenían los ojos desorbitados y estiraban el cogote mirando fijo a las azafatas como si estuvieran secuestrando el avión, jajajaja. Mi año nuevo hoy será muy diferente al de ese día sobretodo porque lo pasaré en tierra firme (al menos físicamente).

Ojalá algún día pueda volver a pasarlo en el aire, pero esa vez viajando desde Barcelona hacia Buenos Aires, seguramente sin la incertidumbre de 5 años atrás.
MUY BUEN AÑO PARA TODOS!

3 dic 2008

EL TÍPICO ARGENTO? o EL "QUÉ BOLUUUU** ARGENTINO?


El pibe es un Argentino viviendo en Catalunya hace 4 años Vive en un pueblo a 60 km de Barcelona, donde trabaja en la misma empresa desde que llegó.  Cada mañana toma el tren, el famoso RENFE, y viaja durante algo más de 1 hora.  Casi todas las mañanas recurre al mismo ritual: sube, elige asiento, se saca el abrigo y lo deja en el portaequipaje, se sienta, saca su portátil de la mochila que también deja en el portaequipaje, junto con otras mochilas y abrigos.  Se relaja, se clava sus auriculares  y se pone a trabajar, o lo que sea que hace con el portátil durante todo el viaje. Cada tanto levanta la vista y mira por la ventana, creo que para chequear por dónde va. Cuando se va a cercando a la parada de destino, comienza su otro ritual, preparase para bajar. Y esto se puede hacer con toda tranquilidad.


Es que aquí no tenés que pararte 2 estaciones antes y andar esquivando y empujando gente, apretando fuerrrrrrte la mochila o la cartera hacia tu cuerpo para que no te manoteen al pasar, a la vez te tocás el bolsillo de atrás para controlar (y rezar) que tu billetera siga ahí, mientras vas diciendo "bajás?, a ver ... me dejás pasar?, permiso ... uy, te pisé, perdoná ... uy, me pisaron, la rep** . fff ... a ver, permiso, bajás en la próxima? ... fffffff ... ya empezás a resoplar y tus modales no son los mismos ... "uu .. se me enganchó la manga del sweater, a ver, flaco, me dejás? .. fff .. la recon**** su madre ... estos trenes de mierrrrrrrrrr**, siempre lo mismo” …  y ya bajás estresado y de mal humor, arremetiendo con el cuerpo para el inevitable choque con los que suben simultáneamente, claro. En unos cuantos minutos te pisaron, te empujaron, te putearon, te arrugaron la ropa, pisaste, empujaste, puteaste ... en fin, te estresaste. Y aún te queda un rato hasta llegar al trabajo! (y con ese humor).

Bien, volvamos a X, que no tiene que pasar por nada de esto. Su ritual es: se saca los auriculares, los enrolla, cierra Windows, cierra el portátil, lo guarda en la mochila, se pone el abrigo y espera sentado hasta que el tren llegue a la parada. Se para, va hasta la puerta, se baja y camina como un duque por el caminito que te dejan los que están abajo, esperando subir.

Pero un día, Mister X. estaba tan compenetrado en su portátil que se dio cuenta un poco tarde que llegaba a su parada y tarde para su ritual diario. Se levanta como un bólido, cierra el portátil con un golpe seco, le quedan los auriculares colgando, manotea su mochila del portaequipajes con una mano, y agarra otra mochila del asiento con la otra mano con una sincronicidad y precisión admirables. Uffff, pudo bajar a tiempo; pero abajo, el tipo mira sus dos mochilas y descubre que una de ellas no era suya, y ahí le entró el pánico! Con la misma rapidez y precisión anteriores, se vuelve a subir al tren, se va hasta su asiento y deja la mochila diciendo "perdoná, flaco, me la llevé, creí que era la mía". Y cuando está por bajar, se le cierra la puerta en la cara y el tipo se tuvo que ir hasta la estación siguiente. Lo curioso de todo esto es que el dueño de la moch1ila ni se había dado cuenta, aún se estaba sacando los auriculares, pero no entendía nada. Y encima, Mister X se vuelve y le explica lo que pasó, con  un tono bastante heroico, pero a mí me sonó diferente, el subtitulo de la escena decía: “mirá flaco, me llevé tu mochila sin querer y por devolvértela me pasé de estación y ahora quedé como un boludo porque todo el mundo me está mirando, pero todo bien, eh? Soy reeeeeeeeeeee honesto”.
Bien, yo no voy a expresar mi opinión todavía para no influir los pensamientos ajenos, y después voy a escribir las distintas reacciones que escuché cada vez que he contado esta historia. 

Vos? Qué habrías hecho?