28 mar 2011

AY, TAMPOCO ES PARA TANTO, VISTE?


Estamos ante una nueva modalidad de vida, la del "copy-paste". Es un estilo muy cómodo, promotor del no pensar y tendiente a erradicar cualquier atisbo de expresión de sentimiento que le pueda quedar al ser humano.

Puede ser cuestionable o no el carácter un tanto autoritario del Facebook, con su imposición de frases, cambios e ideas, con un mensaje subliminal bastante claro que es el de preparar mentes con poca actitud crítica.

Esto se refleja en los muros FB, donde encontrás frases que repiten una y otra vez con errores ortográficos, de sintaxis, de concepto, etc pero qué importa? Si sólo hay que hacer click y listo, se sube como sea … “mirá que me voy a poner a interpretar lo que dice” … (sin palabras).

La inexistencia de la opción “no me gusta”, o “no estoy de acuerdo”, o “me gusta más o menos”, etc, parecería haberse convertido en el estilo de vida de mucha gente; no se te ocurra reparar en algún error y mucho menos discrepar con el contenido de alguna frase, porque pasás a ser declarado "ciudadano no grato". No parece haber lugar para el debate y, muchísimo menos, para pensar.

Traslado todo lo antedicho a un plano totalmente personal. 
Todo el mundo cuenta con la libertad de expresarse de la manera que le da la gana, eso lo veo bien y los que me conocen saben perfectamente de mi actitud incitadora a discrepar, al debate y a la discusión, disciplinas que no se logran con un “click”. Lo que no veo bien es la descalificación y subestimación de las respuestas a comentarios. Sí es cierto que hay comentarios que me caen mal, hay otros que no me gustan, otros tantos me dan lo mismo, y otros que me enojan. Pero también hay comentarios que me enorgullecen, otros que me encantan, otros que me hacen feliz, etc.. Pero hay una actitud general de malestar en cuanto respondés con algo más que un "jaja". 

Muy lejos de ofrecer explicación, aclaración, un mínimo consuelo o una disculpa; lo más curioso es que todavía hay quienes se ofenden cuando contestás!!!!!!!!!!!

Tal vez acostumbrados a que la única opción de respuesta sea un simple y llano "me gusta", cuando contestás que no estás de acuerdo, te aplican la típica "ay bueeeeeeeeeno, tampoco es para tanto, viste?", o “ay, no es para que te pongas así”, haciéndote sentir que no podés estar en desacuerdo. Y ahi, inevitablemente, pregunto qué significa "para taaaanto"? y qué es “asi”?

Para mí, “para tanto” seria una amenaza de muerte, cortarse las venas, propinar alguna golpiza, insultar, y muchas cosas más que yo, personalmente, no hago. "Así" sería enfurecer con los ojos inyectados en sangre, maldiciendo a media humanidad, blasfemar, jurar venganza, etc ... cosas que tampoco hago. 

Entonces, antes de aplicarme la irritante frase, ruego tengan a bien pensar antes de "subestimar", y antes de imponerme cómo debo tomar las cosas que me dicen; si, por alguna razón, he tomado mal algún comentario, y tengo el coraje de hacerlo saber, lo que espero es una respuesta de seres pensantes, sin caer en la básica descalificación.


Señoras y señores, los invito al maravilloso mundo del debate cuyo principal requisito es pensar.

19 mar 2011

EL HOMBRE ARGENTINO(*) Y SU INVOLUCIÓN EL EL PROCESO DE SEDUCCION

(*) Si sacamos el término ARGENTINO del título, el contenido de este post no cambiaría demasiado, pero como Argentina me centraré en ellos.

Los de allá, allá, antes:


El Argentino posta, conocía a una mina que le gustaba y se fijaba un único objetivo: "ganársela", de ahí en más, "bien parado para la ocasión", saca su artillería de seducción y va con todo a por ese objetivo tan preciado.

El "chamuyo": principal fuente de seducción. Hay que reconocer que el chamuyo Argentino tiene ese ... "qué se yo, viste?" que tanto nos gusta a muchas. Bueno, luego del gran chamuyo, los pasos siguientes son muy concretos y precisos, el Argentino posta no anda con rodeos. Se despide con el típico "bueno, a ver si nos volvemos a ver, etc" pero no tarda ni 20 segundos en pedirte el número de teléfono. Te vas con una mezcla de sensaciones: incertidumbre "me llamará? lo volveré a ver?" y autoestima elevada porque te ha hecho sentir una reina.

En general, no tarda mucho en llamarte, mantenés una conversación seguramente interesante y al toque te invita a salir. En breves minutos ya te fija día, hora y lugar. Simple.

Bueno, ya todos sabemos cuál es la verdadera finalidad de la salida, sabemos perfectamente que "todos los caminos conducen a Roma", por eso se trata de buscar el camino más interesante y desafiante. Así que, concentrémonos en la "cita".

El pibe cae recién duchadito, afeitado, bien empilchado y, generalmente, llega un poco tarde tal vez para:
a) no quedar como un desesperado
b) para hacerse el interesante
c) para convertir su llegada tarde en una simpática pero inverosímil anécdota introducida por la típica "no sabés lo que me pasó".

En fin, a partir de aquí el proceso continúa de manera bastante predecible; el pibe tiene que poner mucho de sí mismo para poder llegar a Roma; y yo apuesto todas las fichas a que sí llega.

Los de allá, acá, ahora

En primer lugar, ya no hay "proceso" de seducción, no interesa; todos quieren llegar a Roma de la manera más fácil y efímera posible.
Ni siquiera te piden el número de teléfono, directamente el Facebook, y encima lo toman como único medio de comunicación, y hasta te "reprochan" porque no estás conectada!. Ya no hay más "cómo estás?", ahora es "estás?". Y no es que te buscan, esperan a que te conectes para "hablarte".
Ojo!, también están los que tienen móviles de ultimísima generación con miles de prestaciones que no usan "porque es caro", y entonces pretenden mantener una conversación via sms, cosa que me resulta totalmente insoportable.
A partir de aquí, el "proceso" se reemplaza por un par de mensajes o comentarios banales en el Facebook, un par de "a ver cuando nos vemos" y lo siguiente, cae indefectiblemente en el "a ver cuándo me invitás ..." Si hasta ese momento te había generado poquitísimo interés, después de esta frase auto referente, el interés pasa a ser nulo en cuestión de mili segundos.

Pasamos del chamuyo enaltecedor de la autoestima a la proposición barata que te hace sentir que no valés ni un café. Pero tomáteláaaaaaa ....


Dedicado a todos los hombres sensibles, especialmente a los de antes, y a los que han sabido y saben seducir mi corazón. (Probablemente muchos no sepan que están en esta categoría).